Hace un par de días estuvo en Los Céspedes un periodista de "La Gazzetta dello Sport" para entrevistarlo. "Es que allá hay mucho respeto y reconocimiento por los jugadores. Además, fueron diez años en el Inter. El año pasado fui a Italia, hacía cuatro que me había ido y la gente igual me conocía. Me paraban y me saludaban", dijo al respecto. Pero también habló de lo que significa para él volver mañana a Jardines y de qué recibimiento espera de los hinchas de Danubio.
-¿Se puso a pensar cómo va a ser su regreso a Jardines?
-No, pero sé que va a ser muy sufrido. Como fue cuando tuve que ir al Parque a jugar con Danubio. El que no te conoce puede decir esto o aquello y chiflarte. El que realmente me conoce sabe como soy. Cuando volví a Uruguay fui a Danubio porque es el equipo que me vio nacer. Era donde tenía que regresar porque le debía muchas cosas. Y al otro al que le debía mucho es a Nacional. Hay gente que lo puede entender y otros que no.
-¿Sigue manteniendo contacto con los jugadores de Danubio, más allá de Perrone que es su cuñado?
-Sí. Sigo hablando con muchos compañeros. En la parte humana me fue muy bien en Danubio, no así en lo futbolístico. Si el equipo hubiera andado bien, y yo también, de repente se hubiera clasificado a una copa y me hubiera quedado. O capaz que no. Sé que en Danubio hice todo lo que pude. Chiflidos hay en todas las canchas y contra todos los equipos, ojalá que no sean muchos.
-¿Cree que van a doler más o menos que los del Parque?
-Igual. O en este caso capaz que me duelen más porque en Nacional yo había jugado hace 15 años y mucha gente joven no me conocía. En cambio en Danubio estuve el año pasado. Repito, vine a Danubio porque era el equipo del que salí y le voy a estar agradecido toda mi vida por lo que me dio.
-Va a ser especial, ¿no?
-Si, claro. Es un partido de fútbol pero me voy a encontrar con muchos amigos. Y no solo dentro de la cancha, también afuera. Hay gente, hinchas, que quiero mucho y aprecio. Pero el fútbol es así. No espero que me aplauda todo el estadio, pero tampoco que me chiflen todos.
-¿Habrá apuestas con algún jugador de Danubio?
-No creo. Pero ya hablé con Goico (Mauro Goicochea) porque salió en Ovación hablando de mí. Jodiendo le dije que no hablara nada de mí. Y él me dijo que esperaba que yo jugara los 90 minutos, así estaba más concentrado. Je. Tengo mucho cariño por ellos. En este último año y medio viví cosas muy lindas a nivel humano. Y cuando me fui lo hice convencido que era lo mejor para mí y para el equipo. Y con mi salida se le abrieron puertas a gurises como el "Pato" Guzmán, por ejemplo.
-¿Cree que llegan de otra forma, después de haber ganado? ¿Más tranquilos?
-Puede ser, pero en Nacional no hay tranquilidad nunca. Obvio, que si hubiéramos ganado las cuatro fechas estaríamos muy tranquilos. Y si no le hubiéramos ganado a Racing sería complicado. Estamos mejor, pero no vamos a ir relajados al partido con Danubio porque está primero y creo que es el que ha hecho mejor las cosas hasta ahora. Y es en la cancha de ellos y yo sé bien lo que es jugar en Jardines. Cuando yo estaba allá siempre queríamos que los grandes fueran a Jardines, porque teníamos más posibilidades de ganar.
-Vinieron de La Gazzetta dello Sport, ¿por qué supieron que le iba bien?
-Sí, en ese sentido estar en Nacional es muy diferente. Porque la trascendencia es otra. Acá si un equipo grande pierde una final con uno chico sale igual en la tapa del diario. En lugar de salir el que ganó sale siempre el grande. Pero esto no quiere decir que yo haya venido a Nacional para salir en los diarios. Pero en el equipo grande las cosas son totalmente diferentes.